Pārśvottānāsana:
pārśva (lado) + uttāna (estiramiento) + āsana (postura)
Parsvottanasana es una postura de yoga que tal vez hayas visto traducida literalmente del sánscrito como "postura de estiramiento lateral intenso".
Sin embargo, Parsvottanasana o postura de la pirámide es una extensión hacia delante en la que el objetivo es el estiramiento intenso de ambos costados más que un estiramiento lateral.
En este caso, pārśva significa costado o flanco más que lado y su propio nombre nos dice que al practicar esta asana los costados tienen un estiramiento intenso y firme sin olvidar el estiramiento de las piernas que también es intenso.
Esta asana fortalece y elonga la columna vertebral y las piernas, y también mejora la flexibilidad de la espalda y las caderas.
En general, Parsvottanasana nos enseña estabilidad en los pies y las piernas, movilidad en las caderas y la pelvis, y estiramiento y movilidad en los costados y la espalda. Además, esta postura también nos ayuda a mejorar la concentración, el equilibrio y la respiración controlada.
Para entrar en Parsvottanasana, podemos empezar en la preparativa de la postura, que nos ayudará a ajustar y entender las acciones necesarias en la postura final en un entorno controlado.
En la postura preparativa a Parsvottanasana, podemos colocar un pie en una pared que nos dará estabilidad necesaria para mantener el equilibrio y poder poner el foco en el estiramiento de la pierna adelantada y de los costados.
Luego, podemos inclinar el tronco hacia adelante y colocar las manos en la pared o en el suelo dependiendo de la flexibilidad de nuestra pierna, y respirar profundamente mientras mantenemos la postura durante unos segundos. Siempre con el foco puesto en el estiramiento de ambos costados y no en llegar con las manos al suelo.
Una vez que hayamos comprendido y ajustado las acciones de la postura preparativa, podemos pasar a la postura final de Parsvottanasana.
Para ello, nos colocamos de pie con las piernas separadas unos 80 centímetros y giramos el pie que vamos a dejar atrás 60 grados y el otro pie 90 grados hacia fuera desde la cadera.
A partir de ahí giramos la pelvis como un volante hacia la pierna adelantada con las manos en las caderas.
Luego, inclinamos el tronco hacia adelante y colocamos las manos en el suelo a ambos lados del pie delantero o las mantenemos en las caderas.
Recuerda mantener la espalda recta y la cabeza alineada con la columna vertebral.
Es importante tener en cuenta que Parsvottanasana es una postura de nivel intermedio y puede ser desafiante para aquellos que no tienen mucha flexibilidad en la espalda o las caderas. Sin embargo, con la práctica regular y la atención a la técnica, cualquier persona puede mejorar en esta postura y beneficiarse de sus múltiples beneficios físicos y mentales.
Esta postura y su preparativa tienen que ir en el inicio de un buen aprendizaje de Yoga por todos los aprendizajes básico e implicaciones mecánicas que tiene con otras posturas.
Los ajustes de las piernas, su estabilidad y firmeza son algunas de las características de Parsvottanasana que más nos van a ayudar en otras posturas.
Estas acciones controladas que ya se aprenden desde su preparativa y se van perfeccionando según avanzamos en la postura despacio y por fases, va a aportarnos gran claridad en las acciones de las piernas de otras posturas de pie pero también de Sirsasana o Sarvangasana.
La postura preparativa de Parsvottanasana es conveniente hacerla al principio de las clases, sobre todo para practicantes principiantes. El estiramiento de la pierna que nos proprociona esta preparativa nos facilitará mucho las demás posturas.
Parvottanasana en su versión final se suele hacer al final de las posturas de pie para equlibrar el resto de acciones.
En otras Asanas de pie encontramos acciones de lateralización, flexión de rodillas, etc... y en Parsvottanasana ajustamos y equilibramos los pequeños desajustes que haya podido haber en nuestra práctica de posturas de pie.
Parsvottanasana es una postura de yoga que ofrece múltiples beneficios para el cuerpo y la mente. Algunos de estos beneficios incluyen:
Fortalece y elonga la columna vertebral: Al inclinarnos hacia adelante y mantener la espalda recta en esta postura, estamos fortaleciendo y elongando los músculos de la espalda.
Mejora la flexibilidad de la espalda y las caderas: Al trabajar en la movilidad de la pelvis y las caderas en esta postura, estamos mejorando la flexibilidad de estas áreas del cuerpo.
Fortalece las piernas: Al mantener la rodilla del pie delantero en línea con el pie y apoyar el peso del cuerpo en ambas piernas, estamos fortaleciendo los músculos de las piernas.
Parsvottanasana también puede ayudar a tonificar los órganos abdominales, mejorando la digestión. Al inclinarnos hacia adelante y mantener la postura durante unos minutos, estamos comprimiendo la región abdominal y esto puede ayudar a estimular la digestión.
Mejora la concentración y el equilibrio: Al mantenernos estables y centrados en la postura, estamos mejorando nuestra concentración y equilibrio.
Alivia el estrés y la ansiedad: La libertad respiratoria que proporciona la expansión del diafragma y la respiración profunda facilitada gracias a la proyección de los hombros hacia atrás en la postura final pueden ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.